El empeño de Narrar Cuba

Evelin Ramirez, entrevistada en Narrar Cuba. Sueño joven de un país.

Evelin Ramirez, entrevistada en Narrar Cuba. Sueño joven de un país.

Por Yohana Lezcano y Rodolfo Romero

Cualquier intento por atrapar la vida en relatos, debe dar cuenta de su sentido aproximativo. Narrar la realidad de la juventud cubana no puede ser consecución exacta, por muy representativa que se pretenda. Por eso este libro solo propone acercarse a una parte de esos trillos que hoy andan quienes han transitado de la niñez a la juventud en los últimos veinticinco años en Cuba.
Dan cuerpo a estas páginas historias múltiples que hablan de sueños, decisiones, incertidumbres, frustraciones y desafíos que testimonian la visión de quienes no encarnamos la miseria de un pueblo analfabeto, hambriento, violentado, despojado de sus bienes materiales y espirituales; de quienes no vivimos el fervor de contribuir a que naciera una Revolución auténtica; de quienes no derrotamos a los yanquis en Playa Girón.
Nosotros tampoco cortamos caña en el año setenta, ni nos hospedamos sin mucha dificultad en los mejores hoteles de la Habana y Varadero, no conocimos la carne rusa. Pero sí vivimos la desilusión de nuestros padres, las dudas, las angustias por no tener qué comer y cómo transportarse en el período especial. Muchos vimos cómo se fueron en el noventa y cuatro mientras nos tocaba hacer las tareas de la escuela con un quinqué, aun así fuimos felices porque también nuestros padres y abuelos nos enseñaron a no cansarnos de luchar por la felicidad y la vida, dos cosas que no se pueden enseñar dentro del concepto «dinero».
Quienes narramos estas experiencias protagonizamos la Batalla de Ideas, presenciamos los momentos más críticos de la salud de Fidel, estrechamos la mano de Chávez, experimentamos los cambios económicos y productivos impulsados por Raúl y festejamos el 17 de diciembre de 2014 la llegada de Ramón, Antonio y Gerardo, a la Patria, junto con la noticia de que Cuba y Estados Unidos comenzarían a establecer relaciones basadas en el respeto mutuo.
Este libro dialoga constantemente con los imaginarios construidos en torno al presente y el cómo y desde dónde proyectar el mañana. Así, se convierte en una suerte de caleidoscopio que muestra las preocupaciones recurrentes por ser hombres y mujeres independientes, útiles, «de éxito», y las distintas opciones que se encuentran cuando se pauta tal meta.
Los entrevistados representan a un grupo de esa gran amalgama que son los jóvenes cubanos. La mayoría son graduados universitarios y de formación humanística. De ahí que, aunque con historias de vidas distintas y circunstancias no siempre similares, se noten ciertas semejanzas en maneras de decir, hacer o pensar. En todo caso, este es un primer acercamiento que hace Juventudes en Cuba, el nuevo proyecto editorial de Ocean Sur – Ocean Press, que pretende compartir voces y realidades de los que menos edad acumulamos.
Algunos de los protagonistas de estas historias trazan sus rumbos fuera de la Isla, en una relación que no renuncia también a soñarla, mientras otros echan su suerte aquí, con la voluntad de reinventar la política, (re) crear la Revolución, transformar la comunidad, refundar Cuba desde una visión emancipadora, que intenta desterrar la cultura de dominación que cada vez se enquista más en nuestro cuerpo y en nuestras mentes.
Estas líneas hablan también de alternativas, de caminos que se cruzan, y otros que no parecen tener retorno. Recogidas en cuatro capítulos hay huellas de apatía, desesperanza, pragmatismo, pero también hay señales de compromiso, participación sustantiva, creatividad, implicación, solidaridad, cambio, utopía.
¿Qué país estamos construyendo hoy? ¿Estaremos transitando el camino correcto? ¿Qué es lo que no se puede cambiar para poder seguir diciendo que vivimos en un sistema socialista?
Quienes nos aferramos con fuerza a la utopía de construir la sociedad más justa y equitativa jamás soñada, vemos con desconcierto los rumbos actuales y no siempre sabemos el rol que debemos jugar. Seguir de cerca los cambios e interrogarlos constantemente puede ser una solución. Tomar parte a favor o en contra, podría ser otra. Algo que sí está claro es que no quisiéramos dejar que el mundo cambie a nuestras espaldas, ya sea por el capricho de algunos o por decisiones consensuadas de otros.
Los que protagonizan estas líneas y probablemente también quienes las leerán, están preocupados, y quieren ser parte de la solución. La realidad más alarmante es la de otros que están ajenos al debate político actual, que se sientan en un parque y se dejan llevar por los modelos actuales de consumismo capitalista, solo piensan en satisfacer sus necesidades materiales y apuestan por una vida de comodidad u ocio perpetuo, donde otros trabajen y ellos solo disfruten y se recreen.
Cada vez más se pierden valores que fomentan el compañerismo o la colectividad. Ser solidario es rareza, y ser optimista, aún lo es más. ¿Qué necesitaríamos los jóvenes para ser felices en Cuba? Pregunta ambiciosa que no sabríamos responder ni como autores ni cómo jóvenes, pues aunque ambos intentamos vivir al máximo y con intensidad cada momento de nuestras vidas, sentimos que nuestra felicidad ideal entrañaría, además, la felicidad de nuestras familias, de nuestros coetáneos, y también la de cada uno de los entrevistados en este libro.
Esa heterogeneidad de voces que aquí se escuchan es coherente con la diversidad de maneras para contar; unas veces las historias aparecen a modo de testimonio, otras se recrean en entrevistas más formales con preguntas y respuestas declaradas. Algunas son motivadas por exergos, y están también las que se adornan de canciones o las que son escritas en forma de post.
Ocean Sur regala la oportunidad de concordar o discrepar con veinte opiniones de jóvenes cubanos. Seres humanos de geografías, edades, profesiones, ideologías, prioridades, miedos y sueños diferentes. Sus vivencias y representaciones no pueden ser vistas como retrato único, acabado; son pinceladas que reconocen a esta Cuba con sus múltiples matices.

12 comentarios en “El empeño de Narrar Cuba

  1. apmvmari dijo:

    Me gustó mucho el tema, creo que es necesario replantearnos muchos conceptos perdidos, que como la solidaridad hemos perdido muchos, y aún más en la juventud, nuestro divino tesoro, y generación venidera de un mundo, que citando a nuetro apostol José Martí: ¨ mejor es posible¨.
    Por consecuencia tambien considero que la falta de participacion o de opinión ya sea a favor o no, nos convierte en seres sin motivos, ni metas, y da por sentado que no tenemos esperanzas, ni deseos de cambiar lo que debe ser cambiado, para mejorar no solo nuestro proyecto socialista, y lograr embellecer aún mas nuestra Cuba bella, sino para lograr que nuestros hijos, y nietos vivan en una sociedad, y repito en un mundo mejor.

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  2. Ana dijo:

    No hay algo tan bello como la palabra que surge del pensamiento de un joven, no importa quien, para mi lo que vale es la intención y el esfuerzo que empeñan en preocuparse por los suyos, por su igual, por buscar en su realidad un lugar donde se escuche su voz, porque tambien soy jóven.

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  3. Massy dijo:

    La juventud de hoy no está perdida, sino que es diferente a la de nuestros padres, como la de ellos fue diferente a la de sus abuelos; es cirto que todos buscamos un futuro mejor, pero no todos hacen por tenerlo. Somos nosotros los responsables del futuro que viviremos, hagamos hoy para tener mañana!.

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  4. Carla dijo:

    Las preguntas son lo único que tenemos. Preguntas a nuestros abuelos, a nuestros padres y a nosotros mismos. Preguntas para entendernos, para explicarnos y para volver a preguntarnos, porque «somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir» (Saramago)

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  5. claudia dijo:

    Primero decirte que quiero uno de los libros y con firma, jajaja. Me parece un tema super, no se si para bien (bueno, para bien no es, hemos perdido demasiadas cosas) o desgracia la juventud cubana esta sumergida en estos dilemas. No se si logrará cambiar algo pero si estoy segura que llevará al debate y a re-plantearce nuevas formas y maneras. Me alegra saber que jovenes de hoy hablen de estos temas, eso es solo síntoma de preocupasión por nuestro hoy y el mañana.

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  6. Ruben Padron Garriga dijo:

    Pues si el libro es tan bueno como el post lo compro, me gustaría verme representado. Aunque por lo que leí creo que lo estaré bastante. Los jóvenes cubanos, aunque siempre somos menospreciados por no haber luchado en el Moncada o en playa girón hemos protagonizado muchas otras luchas y hemos sufrido no pocos errores. Es hora que se nos deje de ver como aprendices de los veteranos, de que se los deje de decir perdidos y que Cuba sea una sociedad que nos incluya y nos deje ocupar el espacio que merecemos.

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  7. Ana María dijo:

    Ya tuve la oportunidad de leer el libro. Excelente propuesta que, gracias a la editorial Ocean Sur, Yohana y Rodolfo, ponen a nuestra disposición. Para mi, es una fotografía de la cuba de hoy, nuestra Cuba, esa que estamos construyendo y por la que debemos seguir apostando. Es una fotografía que te permite ver zonas oscuras, detalles de los que no quieres, a veces, percatarte; pero también una fotografía que ilumina y da luces sobre el porvenir. Es una muestra, pequeña, de los imaginarios y sentimientos de los y las muchas jóvenes en la Cuba de hoy… propuestas para dialogar, divergir o compartir. Narrar Cuba me pareció eso… una Cuba desde la mirada juvenil.

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  8. Ismaray dijo:

    Después de leer me quedo con unos inmensos deseos de tener ya el libro en mis manos y no perderme ninguna línea. Me quedo sobre todo con esta pregunta que se hacen los autores «¿Qué necesitaríamos los jóvenes para ser felices en Cuba?». Muy buena interrogante, sobre todo porque cuando se trata de necesidades uno piensa en millones de cosas, muchas de ellas vanales, la cuestión se complica más todavia cuando te hablan de lo que necesitas para ser feliz en Cuba. Esto como joven que soy me deja ansiosa. Me atrevo a decir que sería interesante esta lectura desde la mirada de los jóvenes y descifrar lo que significa la Cuba de hoy para quienes son el futuro de nuestro país. Quiero a mi Cuba pero no quiero andarme con triunfalismos porque están fuera de lugar, creo que mi Cuba de hoy puede ser mejor mañana.

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  9. Marlen Berrio Alvarez dijo:

    Una vez más me convenzo de que Cuba da mucho más que hablar, nuestro país se ha vuelto un estereotipo de sol, playa, mulata y emigración. Cuba no es solo la crítica constante del cubano de a pie ante lo que obviamente está mal concebido, sino también es la palabra precisa, concisa y firme de dos periodistas, que para mi suerte son mis amigos. Mostrar la realidad de Cuba desde varias perspectivas es extremadamente inteligente, sería necesario tener en cuenta a los de adentro que se mantienen en la lucha del día a día, a los de afuera que lastimosamente miran al de adentro y a aquellos que se fueron pero desean cambiar y contribuir al cambio…porque además si algo me han enseñado Rodolfo y Yohana, es a darle participación a todos y todas en cualquier proceso que se pueda considerar transformador.

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